Las piscinas que no están climatizadas y no se usan durante los meses de otoño e invierno las podemos hibernar, es decir, reducir su actividad durante varios meses con el objetivo de reducir los gastos y poder utilizar el mismo agua al año siguiente. Para conseguir esto debemos emplear unos productos químicos específicos y modificar las horas de actividad del equipo de depuración.
Aunque lo veamos escrito de diversas maneras, en realidad ivernar e invernar no son los términos apropiados ya que se refieren a pasar el invierno en un determinado lugar, debemos decir hibernar la piscina, puesto que la vamos a someter a un estado de letargo o menor actividad durante los meses de invierno.
Vaciar la piscina cuando llega el otoño es un derroche de agua y por supuesto de dinero, hoy en día esto sólo se justifica si tenemos pensado reformar la piscina o realizar alguna reparación de tuberías, gresite, etc. De lo contrario corremos el riesgo de que la piscina agriete por la presión del terreno sobre las paredes, que se dañe el revestimiento, que produzcan caídas accidentales y por supuesto nos vemos obligados a hacer una limpieza del vaso en primavera.
En general en España se disfruta de tres o cuatro meses de temporada de baño, los que vivimos en Málaga podemos apurar un poco más llegando a usar la piscina la mitad del año, sin embargo más tarde o más temprano el agua desciende a una temperatura que no es agradable para la inmensa mayoría, entonces cuando tenemos claro que no nos vamos a bañar más lo más económico es hibernar la piscina.
El mantenimiento de la piscina en otoño e invierno en estos casos es muy sencillo, en primer lugar os recomendamos la comprar de una cubierta de burbujas, son baratas y muy prácticas, tanto para hibernar la piscina como durante la temporada de baño. Su principal función durante el invierno será reducir la cantidad de suciedad que cae al agua, estabilizar la temperatura y reducir la radiación solar que llega al agua.
En cualquier caso, lo primero es ajustar el nivel de pH, ya que a continuación debemos hacer un tratamiento de choque con nuestro desinfectante habitual (ya sea cloro, bromo u oxigeno) y limpiar bien el fondo puesto que no queremos microorganismos indeseados en el agua.
Cuando hayamos concluido con el tratamiento de choque y la limpieza, podemos reducir el nivel del agua para evitar que desborde por las lluvias, e incluso si las temperaturas llegan a ser tan bajas que el agua se congela es recomendable dejar algún elemento flotando en el agua para evitar que la capa de hielo haga presión sobre las paredes.
Por último, vamos a necesitar productos químicos específicos para hibernar el agua de la piscina, se trata de un líquido concentrado que debemos verter directamente al agua de la piscina, su función principal es evitar la formación de algas y de depósitos calcáreos, lo que facilita enormemente la puesta en marcha en primavera.
Si tiene alguna duda o quiere que nuestros técnicos le echen una mano para hibernar su piscina, ahora puede visitar nuestra tienda de piscinas o bien contactar con nosotros llamando al 952 661 157.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]