Ya cuando hablamos sobre el mantenimiento del agua de la piscina, abordamos la problemática de la corrosión de los metales. No obstante en este artículo lo hemos querido destacar ya que es un problema que se produce con cierta frecuencia, muchas personas desconcen la razón e incluso consideran que se trata de algo normal.
El problema principal que se detecta es que las escaleras, y en general las piezas metálicas, que están en contacto con el agua de la piscina se corroen u oxidan. Esto obviamente es un problema y no debería ocurrir, pero ¿a qué se debe?.
La causa más frecuente de este tipo de corrosión es un nivel de pH demasiado bajo, o bien una concentración muy elevada de cloruro.
¿Y qué podemos hacer?, pues la solución a la corrosión pasa por aumentar el valor del pH hasta 7 o 7,4, rellenar la piscina con agua nueva, y evitar el uso de productos con ácido clorhídrico para reducir el valor pH.