Si quieres abordar la tarea del mantenimiento del agua de la piscina, ya sea tuya o de tu comunidad, no debes sentirte abrumado por la responsabilidad, en este artículo vamos a resumir lo más importante, ya verás que no es nada complicado.

Siguiendo estos pasos realizarás un cuidado perfecto de la piscina y conseguirás un agua cristalina. Empezaremos por el más importante, la regulación del nivel de pH, y continuaremos con la desinfección del agua, la prevención de algas, la eliminación de turbiedad, y el cuidado del filtro.

Regulación del nivel de pH

La regulación del nivel de pH es el primer paso para tener un agua saludable y respetuosa con la piel. La altas temperaturas y un uso intensivo de la piscina hacen que el nivel de pH puede estar sometido a fuertes fluctuaciones. Cuando no se mantiene dentro del intervalo ideal, el resto de pasos para el cuidado del agua se ven afectados.

El nivel de pH correcto está dentro del intervalo 7,0 y 7,4. Al menos una vez por semana debemos comprobar el valor pH, y corregirlo en caso necesario. Para medirlo se pueden usar pequeños test que emplean tiras analizadoras o reactivos de rojo de fenol. En caso de producirse desajustes, estas son las principales consecuencias:

  • Cuando el nivel de pH es demasiado bajo se produce un corrosión de los metales, se deterioran las juntas de goma, se nos irrita la piel y los ojos, y empeora la floculación. Por floculación nos referimos al agua turbia, que ocurre cuando hay partículas sólidas diminutas de suciedad suspendidas en el agua.
  • Cuando el nivel de pH es demasiado alto, igualmente se nos irrita la piel y los ojos, pero además pierde fuerza el efecto desinfectante, igualmente empeora la floculación, y además hay tendencia a las precipitaciones calcáreas.

Desinfección del agua

Ya sea nuestra piscina de interior o de exterior, su agua siempre estará expuesta a que reinen en ella toda clase de microorganismos que pueden formar viscosidades o enturbiar el agua. En tales casos el riesgo de infección puede ser alto. Con la desinfección lo que se persigue es eliminar estos microorganismos y conseguir un agua de la piscina higiénicamente limpia.

Una desinfección eficaz debe eliminar y evitar posibles gérmenes patógenos, viscosidades y turbiedad. Cuando aumentan las temperaturas es importante una desinfección continuada, al menos mientras dure la temporada de baño. Si surgen problemas, como algas, turbiedad, viscosidades, etc. es recomendable realizar una cloración de choque.

Prevención de algas

Aunque te pueda resultar sorprendente, las algas no sólo surgen en el mar, los rios y los estánques. Existen miles de especies y muchas de ellas crecen facilmente en el agua de la piscina. Lo malo es que todas las algas producen material orgánico que representan un medio de cultivo ideal para hongos y bacterias, y es por esto que debemos erradicarlas.

Por si no lo sabes, la radiación solar y el calor favorecen el crecimiento de algas, es decir, el verano es la mejor época para aparezcan. Además los depósitos viscosos de algas pueden provocar accidentes ya que hacen que las superficies se vuelvan resbaladizas.

Es importante prevenir la aparición de algas, para ello se pueden emplear productos que actúan específicamente en los procesos metabólicos de las algas: haciendo que mueran o bloqueando su crecimiento.

Eliminación de la turbiedad o floculación

Es inevitable que en cualquier tipo de piscina aparezca alguna turbiedad. Esto se debe a que en el agua quedan suspendidas partículas diminutas de suciedad. En los filtros de arena, el floculante hace que estas pequeñas partículas se puedan filtrar.

De esta manera eliminamos los iones metálicos y fosfatos que el filtro de arena normalmente no es capaz de retener. Como resultado mejoramos la calidad del agua, y esto además nos ayuda a ahorrar en producto desinfectante ya que estas impurezas, al ser filtradas de forma mecánica, ya no se tendrán que eliminar químicamente.

Cuidado del filtro

Aunque no suela estar a la vista, por razones estéticas y de seguridad, se trata de una de las partes más importantes de la piscina. Un filtro sucio es sinónimo de baja calidad del agua y un mayor consumo de productos químicos.

Por si esto fuera poco, un filtro sucio puede multiplicar los gérmenes que después se extenderán por el agua. Además, cuando el agua es dura, en los filtros de arena se pueden formar depósitos calcáreos, a pesar de realizar lavados a contracorriente de forma regular.

Es importante hacer lavados a contracorriente de forma regular para eliminar la suciedad del filtro. Además es conveniente limpiar y desinfectar la arena como mínimo una vez al año al inicio de la temporada, y cuando surjan problemas, así como desincrustar de cal el filtro de tres a cuatro veces al año.