Los antialgas para piscinas son productos químicos que debemos emplear para prevenir la aparición de algas, es decir, para evitar que se propaguen con facilidad y se instalen en las paredes o el fondo de la piscina. Las algas por si solas no son un peligro para nuestra salud, el problema es que los hongos y bacterias se reproducen con facilidad gracias a ellas.
Las algas son microorganismos que en condiciones propicias se desarrollan y multiplican con gran rapidez, especialmente en agua templadas, y de forma paralela lo hacen tanto los hongos como las bacterias, convirtiendo el agua de la piscina en insalubre. Por ello es importante usar con regularidad los algicidas o antialgas, sobre todo si tenemos la suerte de contar con una piscina climatizada o muy expuesta al sol.
Estos pequeños seres vivos crecen con facilidad cuando el agua no circula suficiente, cuando el filtrado del agua no es adecuado, cuando no mantenemos un buen nivel de pH y de producto desinfectante, cuando no limpiamos el fondo con regularidad ni frotamos jamás las paredes, o simplemente cuando hay tormenta porque el agua de lluvia descontrola por completo el equilibrio que veníamos manteniendo.
Por tanto si tenemos previsto realizar una fiesta donde se hará un uso intensivo de la piscina, si se prevé altas temperaturas o tormenta, será conveniente aplicar la dosis recomendada de antialgas a la piscina, de este modo podemos controlar mucho mejor las consecuencias.
Cómo eliminar las algas
Si hemos fallado en la prevención, os explicamos rápidamente cómo eliminar las algas. Este problema se detecta fácilmente, por ejemplo si observamos que el agua ha perdido transparencia y se ha puesto turbia, si al bañarnos notamos que la superficie de las paredes o el suelo resbalan o están viscosos, o si se dispara el consumo de producto químico.
Lo primero siempre es ajustar el nivel de pH del agua para que el resto de productos químicos funcionen lo mejor posible. Debes recordar que el nivel ideal de pH está entre 7,2 y 7,6. Conseguido esto pasamos al siguiente paso, un tratamiento de choque con el producto desinfectante que uses habitualmente y quizás algún floculante para retener mejor las algas en el filtro.
Ponemos el sistema de filtrado en marcha y lo mantenemos funcionando un día entero si fuera necesario, con paciencia frotamos las paredes y el fondo de la piscina, la idea es despegar cualquier microorganismo para que el desinfectante lo elimine y el filtro lo atrape.
Para terminar, si todo fue bien, sólo queda limpiar el filtro para expulsar esos restos de algas y echar antialgas para prevenir la reaparición de algas. Como ves, el algicida es para prevenir, no para eliminar la algas.
En las tiendas de piscinas podemos encontrar diversos antialgas, desde un sencillo algicida que evita la formación de algas, a productos más complejos como abrillantadores, con acción floculante y concentrados que cuentan con propiedades bactericidas y fungicidas.