Las propiedades del baño turco nos proporcionan diversos beneficios, la idea principal es darse un baño de vapor donde uno se puede lavar y relajar. Si has probado en alguna ocasión quizás te interesa construir un baño turco en tu casa, nosotros de podemos ayudar a hacer este sueño realidad.
Piscinas CODE cuenta con los conocimientos y la experiencia para construir tu propio hammam, en Málaga hemos instalado baños turcos totalmente personalizados al gusto del cliente y con una completa equipación que incluye luces y sonido para crear diferentes ambientes.
Hablar de hammam, baño árabe, o baño turco es lo mismo, todos ellos se refieren tanto al acto de darse un baño de vapor como a la sala o edificio donde se encuentra. Por supuesto no lo debemos confundir con las saunas finlandesas, donde la idea también es limpiarse, pero de forma diferente.
Tanto si te interesan las saunas finlandesas como los baños turcos, Piscinas CODE te puede asesorar y presupuestar el diseño e instalación, sólo tienes que llamar al 952 66 11 57 o visitar nuestra tienda en Fuengirola.
Diferencias entre baño turco y sauna
Las diferencias entre baño turco y sauna son evidentes, en el primero la idea es crear un ambiente húmedo a unos 50º o más, en cambio en la sauna seca o finlandesa la temperatura se puede situar entre 70 y 100 grados centígrados, con un bajo nivel de humedad.
Los baños turcos suelen ir revestidos de azulejo y cuentan con algún grifo de agua, en cambio en la sauna la sala está revestida de madera y suele haber unas piedras muy calientes donde podemos verter algo de agua para elevar un poco la humedad.
En el hammam uno se puede relajar e incluso lavar el cuerpo, en una sauna el ambiente es más agobiante, hace más calor y además es un calor muy seco donde no debemos permanecer demasiado tiempo. Tanto uno como otro no se recomiendan a personas con la tensión alta o con trastornos circulatorios.
El origen de estos baños húmedos se remonta a la época del Imperio Romano, lo que ocurre es que fueron los turcos quienes los perfeccionaron y difundieron durante la edad media por todo el territorio islámico, incluida la península ibérica, y en particular Andalucía, donde hay restos de antiguos hammam en todas las provincias.
El origen de la sauna en cambio es típicamente escandinavo, sin duda es un sistema muy útil para abrir los poros de la piel y hacer que sudemos mucho, consiguiendo una buena higiene sin necesidad de usar jabón. Por eso es habitual en Finlandia que cada casa tenga su propia sauna.
En cambio los hammam históricamente han sido lugares de encuentro, baños públicos donde se acudía por higiene y para discutir relajadamente. Se componían de varias salas a diferentes temperaturas conformando todo un ritual lavatorio, en cambio hoy en día se suele simplificar a una sola sala, como si fuera una sauna húmeda.