El cloro líquido que se suele usar para desinfectar las piscinas es hipoclorito sódico, similar a la lejía que usamos en casa para limpia, la diferencia está en el grado de concentración. En diversos foros y algunos usuarios de piscinas privadas optan por la lejía para ahorrar dinero en producto químico, la idea es echar unos 250 ml. de lejía cada día por cada 10 m² de agua que haya en la piscina.

El cálculo no es sencillo, se nos puede ir la mano, por eso se han desarrollado productos más precisos y seguros como el cloro en pastillas o granulado, que se van diluyendo poco a poco para durar varios días y además suelen aportar funciones adicionales como la prevención de algas, floculación para retener las partículas más pequeñas en el filtro, estabilizador de dureza y estabilizador de cloro, por lo que es mucho más cómodo y eficaz.