Ya comentamos que no es nada recomendable bañarse con heridas, pero ahora con la llegada del verano, son muchos los que disfrutan de una barbacoa junto a la piscina, una combinación ideal, pero que puede dar lugar a irritaciones e infecciones en los ojos.
Quizás no hayas oído hablar de ella, pero la conjuntivitis alérgica es una inflamación o infección de los ojos bastante habitual, sobre todo cuando estamos expuestos al humo, al polen, o bien nos bañamos en piscinas que no tienen el nivel de cloro bien regulado.
Por si no lo sabías, la conjuntivitis es una inflamación o infección de la conjuntiva relativamente frecuente. Por lo general se debe a una infección vírica o bacteriana, o bien es fruto de una reacción alérgica a agentes irritantes en el aire (como el polen y el humo), al cloro y otras sustancias químicas del agua de las piscinas o a los componentes de cosméticos u otros productos que entran en contacto con nuestros ojos.
Según su causa, los especialistas distinguen tres tipos de conjuntivitis:
- Conjuntivitis alérgica, habitual en personas que sufren las alergias estacionales
- Conjuntivitis infecciosa, como consecuencia de una infección vírica o causada por bacterias presentes en la propia piel, el sistema respiratorio o transmitida por insectos o por el contacto físico con otras personas.
- Conjuntivitis tóxica, que suele estar causada por agentes irritantes como la polución, el cloro de las piscinas, u otras sustancias nocivas.
En el caso de personas que usan lentes de contacto, los especialistas recomiendan quitarse las lentillas a la hora de bañarse en la piscina para evitar que las bacterias y los productos químicos se queden atrapados entre el ojo y la lentilla, lo que podría dar lugar a una conjuntivitis.